Anécdota en el edificio donde trabajo...
HabíÂa bajado al primer piso, para preguntar una cosa. Luego, llamé al ascensor para volver a subir al sexto. Llega y subo. HabíÂa una joven viajando.
Ahora, todos sabemos que en muchos rascacielos existen ascensores ultrarrápidos que en pocos segundos nos llevan de la planta baja hasta ahí nomás de la azotea. Pero, en un edificio de seis pisos, esto no es tan necesario.
La cosa es que subo al ascensor, el cual proveníÂa de planta baja. Yo estaba, recordemos, en el primer piso. No pasó mucho tiempo desde que salió de planta baja entonces. Sin embargo, ni bien subí al ascensor la joven preguntó: "¿éste es el sexto piso?".
Ah, por cierto. Con sólo girar un poco la cabeza, uno puede observar que arriba de la botonera del ascensor hay un display luminoso donde, con números rojos y grandes uno puede saber en qué piso está.
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