A mí me gusta mucho ir a recitales. Siempre he ido y sigo yendo (aunque con mucha menos frecuencia que antes, claro).
Una cosa que me he dado cuenta es que, a esta altura de mi vida, me copa mas ver un recital sentado en una butaca o al lado de una mesa, que en medio del pogo. Cosas del paso del tiempo, ¿no?
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