En la edición online de Clarín, puede leerse un artículo donde se comentan las ventas online especulativas que surgieron como consecuencia del Huracán Katrina.
Desde un diario empapado, pasando por botellas de agua, pasando por remeras con leyendas del tipo "Yo sobreviví al Huracán Katrina" o "Fui a New Orleans y lo único que pude sacar fue esta remera sucia". Es algo que suele suceder después de grandes catástrofes, como ha pasado con el atentado a las Torres Gemelas o con la explosión del trasbordador Columbia.
Lo peor del caso no es que haya gente que se ponga a vender esas cosas, sean auténticas o no. Sino que se vendan.
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