Lo bueno fue que pude verla en “technicolor” (de niño la había visto siempre en mi televisorcito blanco y negro en aquellos añorados “Sábados de súper acción”) y en el idioma original. Más allá de que los efectos especiales suenan obvios a los entrenados ojos del espectador de hoy, en cuanto a trama no tiene mucho que envidiarle a, ponele, “El día de la independencia”. Aunque, claro, esto no tiene que significar algo bueno.
Más allá de la parte de añoranza, fue entretenido. Y además, con aire acondicionado.
COSAS QUE APRENDI MIRANDO “LA GUERRA DE LOS MUNDOS”
- Ante una onda electromagnética que afecta relojes, teléfonos y audífonos, los autos siguen funcionando
- Se necesita un gran número de naves para atacar un pueblo pequeño
- Los marcianos agitan espásticamente los brazos para moverse
- Los OVNIS tienen la costumbre de desplazarse casi siempre de derecha a izquierda.
- Cuando una turba asustada roba un autobús escolar, es bueno que le saquen los carteles así cualquiera puede saber perfectamente qué micro fue saqueado.
- Por alguna razón, ciertos tanques se ven en forma borrosa cuando están combatiendo.
- Analizar la sangre de los invasores nunca será la prioridad
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