Sábado, segunda fiesta del cada vez más sponsoreado festival Pepsi Music y buena excusa para ver algunas buenas bandas y huir del escenario cuando tocan las malas.
Bien a tono con los principales festivales internacionales, el Pepsi de este año ofrece más que únicamente música. Al caminar hacia el lugar donde se enfrentaban los dos escenarios fundamentales, podían verse puestos de cadenas disqueras, de revistas (Rolling Stone y Soy Rock), de empresas de celulares y de proveedores de internet. Se sumaban a la movida una mini kermese (donde podías ganarte entradas para el show de Las Pelotas), bungee jumping, un samba, lugar de masajes y puestos de comidas varios. En medio de todo eso, pasaron estas cosas:
Tenía ganas de ver a No Lo Soporto, un trío femenino que ha despertado muy buenas críticas. Pero compromisos académicos y el temprano inicio del show conspiraron para que esto no ocurriera.
De todas formas, me encontré con mi amiga Laura en las afueras del Club Ciudad de Buenos Aires (sede de las fechas outdoors) y enseguida dimos uso de la tecnología celular para encontrarnos con Mukenio, quien había entrado poco antes para presenciar el recital de Estelares.
De todas formas, pude apreciar gran parte del show de esta banda platense, la cual apenas conocía de nombre. Un pop/rock simple y pegadizo, pero muy efectivo, y una banda con un buen sonido (en particular si tenemos en cuenta que no era de las bandas principales) y que en varios temas llegó a tener ¡cuatro! guitarras sonando en vivo. Tuvieron como invitado a Eduardo Schmidt, ex integrante de Arbol, tocando el violín eléctrico en "Ella dijo".
Casi sin pausa salió La Portuaria a tocar en el escenario de enfrente. La banda de Diego Frenkel tuvo un gran desempeño durante los ´90 con sus discos polirrítmicos y buenas canciones. Pero los temas del último disco, la verdad… no me atraen. Y el show estuvo orientado hacia dicho trabajo. Además, cada vez que nos queríamos alejar para dar alguna vuelta por las instalaciones, sacaban de la galera alguno de sus temas clásicos. Parecía a propósito. Así interrumpieron nuestra caminata temas como “Selva”, “El bar de la calle Rodney” o “Devorador de corazones”. Y tal cual como yo sospechaba, “Los mejores amigos” no la tocaron. Era un lindo tema.
Luego de los muchachos del puerto saldrían los integrantes de Cielo Razzo, por lo que decidí que era una buena hora para perderme entre los stands y otros escenarios alternativos. Todavía faltaba más de una hora para que No Te Va Gustar comience su set.
Así fue que en el escenario de The Roxy pudimos apreciar a un artista llamado Franzo, que nos deleitó con varias canciones en las cuales se destacaba la EXCELENTE voz de la chica que hacía coros.
Escuchamos tres o cuatro temas y luego seguimos de recorrida hacia otros escenarios. En el escenario PopArt, que estaba estratégicamente ubicado a la entrada (por lo cual yo lo denominé “Escenario de prepo”) estaba comenzando su presentación Dani Umpi. Vestido con un traje de abejas, acompañado de unos tipos difrazados, sólo podemos decir que el tipo es un freak. Es algo realmente bizarro, y una diva absoluta. Y un personaje también.
Recorrida por los otros puestos, donde vimos desde los mencionados masajes hasta un lugar donde te tiraban las cartas (¡y había bastante cola!) hasta la kermese. Mientras más paseaba, más me acordaba del episodio de los Simpsons donde Homero participa de un festival de música atajando bolas de cañón con la panza (“Homerpalooza”). En cualquier momento agregan un lugar de fenómenos. En la kermesse Mukenio ganó una entrada de Las Pelotas jugando a sumar 15 puntos con unas pelotitas.
Luego de las consabidas cargadas de rigor, volvimos al escenario Popart (si, el de la empresa que ostenta el monopolio de muchos de los grandes lugares que hay para recitales) para ver a Tony 70. Se trata de una banda cuya música y estética recrean mucho de la década que anuncian en su nombre (no, no hablo de la década de Tony). Si bien el sonido no los acompañó al 100 por ciento, pudieron entretener y tocar su set, acompañados de un cartel luminoso al pie de los músicos. Faltaba la bola de espejos y teníamos cartón lleno.
Apenas tres temas escuchamos de ellos, ya que en el escenario principal nos esperaba No Te Va Gustar. Crecieron mucho estos muchachos, pensar que hace casi cuatro años los vi en vivo por primera vez… en esa ocasión tocaron como grupo soporte de La Zurda. A fuerza de buenas canciones comenzaron a crecer y los vimos como una de las principales figuras del Pepsi. Temas nuevos como “Al vacío” y "Verte reir", más viejos como “No se les da” o “Te voy a llevar” conformaron la lista de un set preciso, que incluyó temas queridos como “Clara” o “No era cierto”.
Arbol seguía en la lista, en el escenario de enfrente. Schimdt dejó la banda hace poco, y debo decir que su ausencia se nota. Violín, charango y trompeta eran algunos de los instrumentos que ejecutaba en vivo, y ahora no hay quien los supla. De todas formas adelantaron temas del próximo disco, se centraron mucho en el más reciente, y hubo poco de Chapusongs y nada del primero.
Y al final llegó la frutilla de la torta. Vestidos de blanco, los Cafe Tacuba arrancaron tranquilamente con “Gracias” para luego cortar y cambiar abruptamente con la fuerza de “No controles”. El show de la banda mexicana pasó por casi toda su discrografía, incluyendo algunos adelantos de Sino, el nuevo disco que está por salir y del cual se puede pispear algo en el sitio de myspace de la agrupación. Así se sucedieron temas como “Eo”, “Chica banda”, “Las flores” o “Déjate caer”, donde ejecutaron su clásica coreografía, para la cual usaron en esta ocasión la pasarela que desde el escenario se introducía algunos metros entre el público.
Para los bises llegaron, entre otros, la tranquilidad de “Eres” y el ritmo de “El baile y el salón”. Luego de “Cómo te extraño” (cover de Leo Dan) parecía que todo estaba terminado… pero no. Con el pedido de “un pogo femenino, las chicas al centro y los muchachos cuidándolas” salieron a todo con “Pinche Juan” y luego, para un final con un pogo ya generalizado, llegó la hora de “El fin de la infancia”.
Ayer estuvieron en La Trastienda… y fue otra fiesta. Ya les contaré.
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