Y sí... por fin! Después de varias amagadas, la banda de
Seattle vino por fin a la Argentina, tocando finalmente en dos noches inolvidables en la cancha de
Ferro.
Yo estuve allí el día sábado 26, en la segunda función, por lo tanto, me abocaré a esa noche.
No llegué a ver a Mudhoney. O mejor dicho, algo... habremos entrado para los últimos 3 o 4 temas. Sonaban ruidosos y ajustados a la vez, pero para serles sincero, no les dí mucha bolilla. Estábamos mas ocupados en buscar lugares de encuentro post-recital y de calcular dónde se vería mejor el show de Pearl Jam.
Con respecto a la entrada, bien organizada. Salvo el detalle de una puerta de acceso al campo que decidieron cerrar cuando estábamos a pocos metros de la misma, por lo cual debimos dar todo un rodeo para entrar por el acceso principal. Pero en general bien, se avanzaba bastante rápido.
Una cosa que llamó la atención es que no me revisaron. Nos hacían separar a hombres y mujeres, y al poco nos volvimos a juntar. Una vez cortada la entrada, pensé "Bueno, es ahora", pero tampoco... Curioso, teniendo en cuenta la paranoia post-Cromañón en donde a capaz que lo miran feo hasta por un encendedor.
Adentro se vivía un clima muy tranquilo, de gente con ganas de agitar en paz. El público era muy heterogéneo, desde flacos de 20 años hasta gente de treinta y pico. Desde lindas chicas bien vestidas (dentro de lo que es un parámetro recitalero) hasta rockeros de ley y hasta un par de flacos
lookeados al estilo Poison o Bon Jovi, mas esperables en un show de glam-metal o una reunión de Bravo que en este recital de los sobrevivientes del
movimiento grunge.
El recital fue impecable, habrá durado dos horas y pico. Tocaron muchos temas y en varios de ellos se entretuvieron zapando en medio de los mismos. Algunos de los que sonaron fueron
"Animal" (uno de los primeros hits de la noche. Habrá sonado a los 10 minutos de comenzado el recital);
"Elderly woman behind the counter in a small town" (uno para la lista de "temas con nombre largo);
Black, con todo el público cantando el tarareo que caracteriza el estribillo;
"Corduroy";
"Better man";
"Even flow";
"Do the evolution" (tema cuyo videoclips está muuuuy bueno) y otros. Eddie Vedder, cantante de la banda, agradeció en varias oportunidades al público, mientras se agachaba para leer unos carteles pegados al piso con la traducción de lo que quería decir. También dijo unas palabras sobre Cromañón, relacionando el hecho con lo acontecido cuando 9 fans de la banda murieron aplastados en un festival mientras ellos tocaban. A quienes ya no están y a los sobrevivientes de ambas tragedias, dedicaron
"Love boat captain".
Mientras el recital seguía su curso, nosotros nos íbamos acercando mas y mas al escenario. De a poquito, llegamos a estar a pocos metros del vallado. Y eso que al principio decíamos que ya estábamos viejos para esas cosas. Mientras, la catarata de temas seguía sonando.
"Go";
"Daughter" y
"Jeremy" también formaron parte de la lista.
¿Covers? Sí, claro.
"I believe in miracles" de los Ramones y el casi infaltable
"Rockin' in the free world" de
Neil Young.. Una extendida y larga versión de
"State of love and trust" fue la frutilla de la torta.
Impresionante... recuerdo que estaban prendidas ya las luces del estadio y parecía que no querían dejar de tocar. Se los veía sorprendidos. Ya me mas allá de la clásica demagogia de las bandas en gira con las frases del estilo
son el mejor público y blablabla, lo que era fabuloso era ver sus caras. Mezcla de sorpresa, de decir "
guau... ¡locura!", de tratar de comprenderlo, y de quien sabe cuántas cosas más. Hasta hubo un buen rato en que quedaron mirando al público mientras seguía con su "ole ole ole olé, Pearl Jam - Pearl Jam".
Muy buen recital. Creo que todos nos fuimos muy contentos de haber podido disfrutar de esta esperada banda. Quedamos cansados, agotados, transpirados, pero más que satisfechos.