Curiosa postal que encontré hace poco caminando en cercanías de la Catedral de San Isidro.
Miles de preguntas surgen a la luz de este encuentro.
¿Por qué alguien querría dejar un corpiño colgado de un árbol?
¿Su dueña sabrá que le falta un corpiño en su placard?
¿Lo habrá dejado ella como consecuencia de una aumento (o reducción) tetil con lo cual el corpiño le quedaba muy chico (o grande)?
¿Habrá decidido dejar de usar corpiño?
¿No tenía plata para el Laverrap y decidió que era mejor deshacerse de él y le dio una despedida poética?
¿Tendría otro puesto cuando dejó ese colgado?
¿Se lo habrán afanado con la intención de usarlo como honda?
En una de esas, es el inicio de una movida nudista en el Gran Buenos Aires.
Tal vez sea el indicio de algún rito de magia negra para desearle el mal a alguien (muerte, dolor, pobreza). O magia blanca, para hacer el bien (vida, alivio, amor, que se separe La 25).
¿El corpiño colgado de un árbol será una señal indicadora? Se dice que el ver un par de zapatillas colgando de un árbol indica que en no muy lejos de allí hay un lugar en donde se vende droga. Capaz que el corpiño indica que hay, no sé, un prostíbulo en las cercanías. O al menos un lugar que se dedica a la costurería.
La verdad... este misterio es muy desconcertante...
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