Viernes y sábado. Dos shows de Cienfuegos al palo.
El viernes comenzó con la no-sopresa de que en gran parte del show no iba a estar Rotman, algo sospechado debido a los rumores sobre conflictos internos por los que atraviesa la banda. A lo sumo, llegaría para los bises. Debido a eso, el inicio se retrasó mas de lo esperado. Luego de una larga espera salieron Ricciardi, Bazzano y los hermanos Aloé con
Krishna roll a la que le pegaron
Querés saber lo que es estar muerto. La voz de Martín Aloe se notó firme en temas en los cuales el no suele ser el encargado de llevar la misma. Aunque sonaron raros temas como
Desierto, donde la voz se asemejaba a la de Limón García (si algún día surge la idea de un disco homenaje a Cienfuegos, ya saben que tema sugerirle a Via Varela). De los temas nuevos sonaron
907 y
Pare de sufrir. Por suerte también hubo espacio para aquellos temas que no forman parte de la lista habitual. Ejemplo de ello fueron
Malambo y el fantasma (tema que nunca habían tocado en vivo),
Corazón morado y
Ya me voy (uno de mis personales favoritos).
Pasado el breve intermedio, apareció Rotman en el escenario para dar curso a la larga catarata de bises, que incluyeron el clásico de Joy Division
Love will tear us apart,
Para mí que no estás bien y
Hacia el cosmos / hacia el infierno. Al principio parecía insinuarse cierto aire raro en el escenario, pero con el correr de los temas se fue diluyendo, hasta el cierre con el tema de David Bowie
Moonage daydream.
El sábado encontró a la banda en un estado diferente. Por un lado, un inicio algo mas puntual (dije
algo mas puntual), por otra parte, la banda -ya desde el inicio con su formación íntegra- estaba mas relajada, digamos que se miraban más. Otra vez el show comenzó con la tríada
Intro,
Querés saber... y
Desierto, para luego enganchar con
No sabe / no contesta. Rotman gesticulaba, saltaba y se acercaba al público. En algunos temas en los que no canta, fue interesante verlo sentado al lado de la batería, como relajado, a la vez que
se lo veía tararear los temas a cargo de sus compañeros: el nuevo-viejo
907,
Alimentándome del sol y el
Rock del pisti. Clásicos como
La colina,
El mundo es tuyo o
Soñar, soñar sonaron junto a otros como, nuevamente, el nunca antes ejecutado
Malambo y el fantasma. Pausa para bises y nuevamente la salida al ruedo con Joy Division para meterse a la gente en el bolsillo.
La eternidad, otro clásico in-fal-ta-ble.
Carne de tiburón sonó con la potencia que lo caracteriza, Bazzano tuvo su gran momento gran con
Deja que te diga, y así fue llegando el final, mientras el público cantaba "Cienfuegos no se va, Cienfuegos no se va". Yo seguía a la banda sentado sobre un parlante al lado del escenario, mi amiga Laura cantaba al lado mío, una chica morocha bonita y su amigo me convidaban un poco de cerveza (gracias chica bonita y amigo!) y así llegó el final. El cierre fue con dos covers: Otra vez el tema de Bowie, y
Reuters, poderoso tema de la banda Wire.
TOP FIVE DE TEMAS CON PARTES INSTRUMENTALES MAS CANTADAS POR EL PÚBLICO:
5 -
Querés saber lo que es estar muerto4 -
Intro3 -
Para mí que no estás bien2 -
Ya me voy1 -
Love will tear us apartMiren, la lista del sábado. En el recital,
Corazón morado fue suplantada por
Carne de tiburón.
Fin de semana particular, donde el clásico interrogante de si "este show es el último de la banda" estuvo presente más que nunca. Del futuro poco se sabe, sólo el presente es lo que tenemos.