Tenía que pasar...
Uno siempre esperaba al eterno 168, que manda de noche manda un colectivo en horario nocturno cada muerte de obispo. Mientras, los 60, 365, y otros pasaban y pasaban.
Ahora, que tengo desde puente Saavedra varias líneas de bondi que me llevan, la ecuación cambia. La otra vez, esperaba el 60 (el común, simplemente) y mientras... ¡Se atrevieron a pasar no uno, sino DOS 168!.
No es justo, no es justo.
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