Cada vez es más fácil convencerse de lo que domina a la especie humana no es el dinero, ni el sexo, ni la droga, ni el rock and roll, ni los rollos de papel higiénico. Lo que nos domina es, lisa y llanamente, el GATAFLORISMO.
Esto es fácilmente observable al ver las reacciones de los opinólogos de siempre con respecto al reciente anuncio del boleto único de colectivos.
Hasta hace unos días, todos nos quejábamos de la falta de monedas, con justa razón. Encima el aumento del transporte metropolitano no ayudó precisamente a paliar la situación.
Hace muchos que varios venimos pensando en qué bueno sería que existese una tarjeta unificada que sirva en todos los medios de transporte públicos. Pues bien, esto es lo que se ha anunciado hace un par de días. Lo que todos esperábamos.
¿Cuál es la reacción? Pues bien, salieron a decir que es un anuncio que no lo tiene que hacer la presidencia, de que cuál va a ser el curro de la implementación, cuánto nos va a salir, etcétera.
Por mi parte, en esta ocasión, no me molestaría que aumentase el boleto 10 o 20 centavos. Por fin sería un aumento justificado (¿se acuerdan del aumento que servía para pagar las horas extras a los colectiveros que prestaban servicio nocturno, que fue implementado por todas las empresas, incluyendo aquellas que NO circulan de noche?).
Podemos coincidir en algunas cosas. Es probable que el anuncio podría venir de algún sector, sin necesidad de que salga la señora "CFK" a decirlo. Pero no hay que mirar sólo el lado negativo de las cosas. Obviamente, tampoco la postura de que todo brilla y es oro. El gris también existe, y en este caso hay que fijarse no sólo en quien lo dijo y quien debería haberlo dicho. La tarjeta es bienvenida, más vale tarde que nunca. Esperemos que se pueda implementar en el tiempo estipulado.
Ahora, eso sí... Lo del "el 84 es Néstor" es una gran gaffe...
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