Todos aquellos que fuimos niños hace ya hace un par de décadas (años más, años menos) recordamos con simpatía aquellos clásicos temas infantiles que nuestros padres, abuelos, maestros, etc., nos cantaban.
Uno de aquellos temas era "La farolera". Aquella historia de amor entre un militar de alto rango y una trabajadora de los servicios públicos, que desafiaba las posiciones sociales, era un clásico a la hora de las rondas y los cantos.
¿Recuerdan el final de esa canción? Allí el protagonista del tema comentaba que a la medianoche se le dió por hacer matemáticas y luego confesaba que "todas las cuentas me salieron mal". Luego el tema seguía así:
Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis.
Seis y dos son ocho,
y ocho, dieciseis..
Ahora... dada la gran exactitud de esta estrofa tan aritmética uno se pregunta... ¿Qué entiende el protagonista por el hecho de que una cuenta le salga mal?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario