Hoy se está realizando un censo a nivel nacional en la República Argentina, como se viene haciendo aproximadamente cada diez años.
Este año, sin embargo, viene acompañado de varios factores que provocan dudas entre la población.
El primero de ellos, tiene que ver con el remanido tema de la inseguridad. Dudas entre la gente de si el censista es quien dice ser o si es un criminal que aprovecha la coyuntura del censo para cometer robos en los hogares haciéndose pasar por uno de aquellos.
Algunos edificios han adoptado la idea de recibir al censista en un lugar prefijado, como palieres o salas multiuso. De todas maneras, se ha creado una serie de tarjetas especiales para ayudar a la verificación de la identidad del censista, con lo cual la posibilidad de que sea un impostor se reduce mucho.
El otro tema está relacionado con "le estamos haciendo el juego a los K y al Indec".
Lo que muchos no comprenden o que no quieren comprender es que el censo va más allá de las ideas políticas de cada uno, y más allá de los gobernantes. El censo es algo a nivel mundial, no sólo en el territorio nacional.
Va más allá de si encuestados o encuestadores son kirchneristas, anarquistas, fachos, radicales, vecinalistas, narcoduhaldistas, macristas, de izquierda o apolíticos. Los datos que se extraigan servirán para idear políticas que serán enmarcadas tanto por este gobierno como por el próximo, sea éste a cargo de "Cristina o Cristino", Cobos, Solanas o quien sea.
Irán mucho más allá del Indec, ya que por más que lo que sea publicado en medios a través de este organismo pueda estar distorsionado o no, los resultados los tendrán, y eso será la carta a utilizar para las estrategias a llevar a cabo en años venideros.
Asi que reciba al censista si aún no pasó por su casa. Si quiere, hágalo en la puerta a través de la mirilla, pero dé datos, ya que no se suministran datos personales (ni nombre ni documento).
Será útil para todos.
1 comentario:
Emepol, yo viví 4 censos hasta ahora. En 1980, durante la dictadura de Videla. A nadie se le ocurrió decir nada acerca de hacer el juego al Indec en ese momento. En 1991, durante la presidencia de Men*m fui censado por segunda vez. A pesar de los indultos, entrega de patrimonio nacional, etc.... a nadie se le ocurrió decir que no hubiera que censarse. Similarmente ocurrió en 2001, durante la presidencia de De la Rúa.
Lo que se propuso (muy minoritariamente) en 2010 es realmente un disparate. Demuestra qué baja estofa tiene la gente que sólo abre la boca o escribe en Facebook para tomar tomar a su prójimo como idiota. Allá se quedaron esos imbéciles, solos y haciendo el ridículo.
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