Si cuando uno vuelve caminando a casa después del laburo, se encuentra que en el camino un kioskero está escuchando un CD de Amparanoia... bien vale hacer una escala aunque sea mirando las revistas mas pedorras que haya... Como para escuchar un poquito de música y luego volver feliz, con el cerebro tarareando esas melodías.
(Sí, creo que era el mismo kiosco que la otra vez escuchaba PJ Harvey).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario