No soy de los que habitualmente usan el servicio. Vivo en Beccar y
trabajo en San Isidro. Para los lectores que viven en otros lugares, son
diez minutos en colectivo, unas 20 cuadras. De hecho, si hay tiempo y
el clima está lindo, muchas veces me vuelvo caminando. Sin embargo, luego de ¡diez días! con el servicio cortado vale hacer algunas reflexiones, incluyendo twitteadas varias:
- Los metrodelegados decidieron levantar el paro como "un gesto" para los
usuarios. ¡Un gesto hubiera sido levantarlo hace una semana!
- Mientras, la gente se agolpaba en colectivos cual Tetris humano.
- Los taxis también salieron beneficiados, ya que mucha gente para llegar más rápido tomaba este medio de transporte. El bolsillo del usuario, no tan agradecido, se iba vaciando en cada viaje.
-Mientras tanto, en un universo paralelo, el subte anda bárbaro y puntual, y los metrodelegados resuelven sus problemas dialogando.
- El mayor probelam fue, justamente, la falta de diálogo. Metrodelegados, gobierno de la Ciudad y gobierno nacional parecían tres entes separados, donde todos competían por ver quién la tenía mas grande y se evidenciaba más que había más ganas de tirar munición contra el resto, que sentarse a arreglar las cosas.
Por ahora, el problema esta (probablemente en forma temporal) tranqulizado. Pero, cuesta creer que sea definitivo.
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