Después de batir récords en llamadas, de aprenderme la musiquita de espera, y quejas y una "pila así" de nuevos números de reclamo, la gente de Telecom finalmente ha decidido instalar mi teléfono.
El pedido fue el 12 de enero, por lo que sumamos casi cuatro meses de espera. Luego de dirigirme personalmente a la sede de Vicente Lopez, una señora muy amable se encargó, tomó las riendas y (a pesar de que es una oficina sólo de ventas) llamó para pedir que por favor vengan a mi casa.
Es bueno que a pesar de toda la burocracia y todo el monopolio, a veces en los servicios públicos hay gente copada que da una mano.
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