Muchas veces, a la hora de rendir un examen, uno ha recurrido a respuestas imprevistas, delirios, extenderse más de lo debido al responder, hacer tatetí y otras sarasas varias. Esto es doblemente real a la hora del temido encuentro cara a cara con el profesor durante un examen oral, donde uno intenta subrepticiamente que quien toma examen le tire "una puntita" para así disparar alguna respuesta al aire.
Sin embargo, hay cosas que siguen soprendiendo.
La semana pasada fuimos con Mi Novia y Mis Padres a Ramos Mejía, a festejar el cumpleaños 95 de mi abuela. Éramos varios, como suele ser cuando nos juntamos allí, y como suele pasar con los años, se van sumando primero novias/os, después esposos/as y finalmente, prole.
Allí estaba entonces la novia de mi primo David contando un diverso anecdotario docente, en la que se incluyó un examen de Derecho Romano.
Para el que desconoce un poco la situación de aquellos tiempos, los romanos eran muy contradictorios. Y así como eran avanzados en algunos campos, tenían la costumbre de asesinar a los recién nacidos que no cumplan con ser un cuerpo humano 100%. O sea, nacías con 9 dedos en los pies, y con sólo eso, no eras un hombre entero y derecho.
El examen versaba sobre esos temas, y ahí fue la pregunta cuya respuesta hizo reir casi a carcajadas a la novia de mi primo e incluso casi a un par de profesores que tomaban al lado suyo.
Cuando preguntó cuándo un bebé no era un humano completo, la respuesta fue:
"Cuando son extraterrestres"
Y sí, yo como profesor, también me reiría.
