Noche mendocina. Nosotros cómodamente durmiendo en el hostel (el tercero que visitábamos, eso va para otro artículo). Serían aproximadamente la una menos diez de la mañana, hacía poco que nos habíamos dormido.
De repente, en medio del silencio de la noche, se escucha algo que parece venir del piso de arriba. Como si alguien estuviera abriendo y cerrando los armarios muy emocionadamente. O como si quienes estuvieran en el departamento de arriba estuvieran pasando un lindo momento y quisieran que todos sepamos del mismo.
Hasta que de repente mi propia cama se adhiere a la movida (literalmente lo de movida) temblando durante unos segundos.
Al toque, Mi Esposa prende la TV comenzando un frenético zapping hasta recalar en la TV chilena, donde se informaba que acababa de ocurrir un temblor de 6 grados y monedas. Al día siguiente, TN informa en sus Títulos que el mismo se había sentido en Mendoza con una intensidad de cinco grados.
Otra anécdota más para sumar a las experiencias vividas...